La inclusión financiera es una herramienta que potencia la generación de oportunidades y fortalece la capacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en dos estudios realizados por la Sede de Subregional del organismo en México.
En el primero, la CEPAL destaca que El Salvador enfrenta el desafío de institucionalizar la estrategia nacional de inclusión financiera; mientras que en el segundo, señala que Honduras tiene el reto de fortalecer la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), adoptada por el gobierno de ese país en 2015.
En el estudio Inclusión financiera de pequeños productores rurales: estudio de caso en El Salvador, la comisión regional de las Naciones Unidas indica que El Salvador tiene la oportunidad de aumentar el bienestar de las personas, en especial de aquellas que habitan en zonas rurales, a través de un mayor acceso y uso de servicios financieros, aprovechando el desarrollo de nuevas plataformas tecnológicas.
La publicación de la Unidad de Desarrollo Económico de la Sede Subregional de la CEPAL en México señala que con la creación de un Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CNIF) en El Salvador se podrían atender tres retos estratégicos para fortalecer: i) la coordinación entre entidades públicas y privadas; ii) el flujo de información entre los que ofrecen y demandan los servicios, y iii) el marco regulatorio.
El estudio también muestra y sistematiza los diferentes esfuerzos que se han realizado en El Salvador en los últimos años para promover la inclusión financiera, y sobre esa base propone una estrategia nacional aprovechando la valiosa experiencia institucional vivida en países como Colombia, México y Perú, entre otros.
De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador, el acceso de la población a cuentas financieras fue de 47% en 2016, una tasa mayor que la obtenida en la encuesta del Banco Mundial (36,7% en 2014). Sin embargo, un aspecto clave a destacar es que la disposición de cuentas rurales en instituciones financieras fue de 28,1% en 2014, 13 puntos porcentuales por debajo de la presencia de cuentas urbanas.
Finalmente, el informe señala que la Ley de Inclusión Financiera aprobada en 2015, incrementa las oportunidades para ampliar los servicios financieros por medio de teléfonos celulares (billetera electrónica) y facilita el acceso a más segmentos a un costo menor. Sin embargo, un desafío pendiente es lograr una interoperabilidad de las redes de telefonía móvil y de la industria bancaria, que permita crear un ecosistema de transacciones que facilite una mayor inclusión.
Por otra parte, en el Estudio de caso sobre estrategias para promover la inclusión financiera de pequeños productores rurales en Honduras, la CEPAL destaca los principales hallazgos en torno a la evolución reciente, situación actual y perspectivas de inclusión financiera de pequeños productores rurales hondureños.
El informe reconoce el esfuerzo que involucró el desarrollo de la Estrategia de Inclusión Financiera en Honduras (ENIF), la cual parte de un diagnóstico que describe las principales causas de exclusión financiera en el país, para a partir del mismo plantearse objetivos estratégicos mediante la identificación de los segmentos de la población excluidos, mecanismos de intervención, actores relevantes, así como mecanismos de monitoreo y control.
Según el reporte, la exclusión financiera en Honduras es un fenómeno concentrado principalmente en las zonas rurales. Lo anterior se confirma al ver la presencia por tipo de entidad, en la que los bancos tienen 79% de cobertura en los municipios de más de 50.000 habitantes, las financieras se han concentrado en ciudades de más de 50.000 habitantes y las Organizaciones Privadas de Desarrollo que se dedican a actividades financieras, se han ubicado más en municipios de 20.000 a 50.000 habitantes.
De acuerdo con la publicación, en Honduras existen dos canales de distribución innovadores – los agentes corresponsales y la billetera electrónica- que tienen el potencial de ampliar la cobertura del sistema financiero y que podrían ayudar a rentabilizar las operaciones pequeñas demandadas por los habitantes de las zonas menos densas al reducir los costos de distribución y transacción asociados a estas.
Ambas publicaciones forman parte del proyecto “Crecimiento inclusivo, política industrial rural y fortalecimiento de cadenas de valor en América Latina y el Caribe”, con el que la Sede Subregional de la CEPAL en México busca fortalecer el análisis y formulación de políticas públicas que fomenten servicios financieros e incrementen el acceso sostenible de los pequeños productores rurales en la región.