Description
En los últimos 50 años los países de América Latina y el Caribe han reducido
su fecundidad entre un 30% y un 70%. En ello ha incidido fundamentalmente
el uso de métodos anticonceptivos modernos, el incremento del nivel
educativo, el mejoramiento general de las condiciones de vida y la incorporación
de la mujer al mundo del trabajo.
Pese al descenso general de las tasas de fecundidad, persisten profundas
diferencias entre el número de hijos de las mujeres, dependiendo de su
situación socioeconómica, su nivel de educación y su origen étnico.
Asimismo, resulta preocupante el aumento los embarazos en las adolescentes
de la región por el fuerte impacto que tiene en la educación y las oportunidades
de las jóvenes, particularmente en los contextos de pobreza, donde la
frecuencia del fenómeno es mayor.
En el corto y mediano plazo, una disminución de la fecundidad tiene efectos
positivos sobre el desarrollo, impactando directamente en la reducción de
la pobreza. En este sentido, la educación de las mujeres es un factor decisivo,
ya que les permite un mayor control de los recursos y más autonomía para
tomar decisiones, entre ellas la del uso de anticonceptivos. Por estos últimos
aún existe una demanda insatisfecha en la región.