El Sr. Reynaldo Bajraj, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, inauguró el evento y destacó que su principal objetivo era la evaluación de los adelantos en materia de equidad de género en la región, así como identificar los desafíos que se plantean en un mundo en constante cambio. Subrayó que ésta era la primera vez que, en el marco de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, se reunían las Ministras de la Mujer y ministros sectoriales de las áreas económicas, sociales y de derechos humanos e insistió que ello daba la oportunidad de explorar posibilidades creativas y eficaces de convergencia de las políticas sectoriales y las políticas transversales, como las de equidad de género, pobreza y derechos humanos. Se refirió a continuación al tema de la pobreza, que debía examinar la Mesa Directiva en su primer día de debates siguiendo recomendaciones de la Comisión Júridica de la Condición de la Mujer de las Naciones Unidas, e insistió sobre el hecho que las consecuencias de la pobreza impactan el conjunto de la sociedad y en particular a las mujeres. Recordó al respecto los compromisos acordados en la Declaración del Millenium por los Estados Miembros de las Naciones Unidas de bajar a la mitad el número de personas en situación de pobreza en el mundo, y presentó algunas cífras sobre las dificultades que debía enfrentar la región para lograrlo.
El Sr. Antonio García Revilla, Representante alterno del Perú ante la Organización de los Estados Americanos y Presidente de la Mesa Directiva, presentó a los participantes el saludo de la Sra. Doris Sánchez Pinedo, Ministra de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano de su país. Recordó que en el mundo hay más de 1,100 millones de personas que subsisten con menos de 1 dólar diario y que la experiencia de los países indicaba que el crecimiento económico sostenible y la inversión en los recursos humanos eran las estrategias a seguir para erradicar la pobreza. Revisó a continuación algunas de las medidas anunciadas por el Presidente del Perú, Alejandro Toledo, en su lucha frontal contra la pobreza, como la creación del Viceministerio de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, el incremento sustancial del presupuesto del sector Educación y el respaldo de la Mesa Nacional de Lucha contra la Pobreza creada durante el Gobierno de Transición. En relación directa con los derechos de las mujeres, anunció la reciente puesta en marcha del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual 'Contigo', que tenía por objetivo reconocer a estos dos tipos de violencia como problemas de derechos humanos, de salud pública y como un obstáculo para el desarrollo personal y social.
La Sra. Marisela Padrón, Directora de la División para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), se refirió a la necesidad de identificar las contribuciones que podían hacer cada grupo de actores en la lucha contra la pobreza, en un marco integrado de políticas económicas y sociales. Subrayó la importancia de los indicadores de género para el seguimiento de los compromisos internacionales adqueridos por los gobiernos de la región y la medición del grado de los avances en la situación de las mujeres. Insistió en la urgencia de identificar los indicadores más estratégicos en términos de poder de mobilización de recursos y de apoyo a las reivindicaciones de la sociedad civil. Confirmó la mayor disposición de los organismos del sistema de las Naciones Unidas para apoyar a las oficinas nacionales de la Mujer en sus esfuerzos hacia el fomento de la equidad de género y la lucha contra la pobreza así como para identificar los indicadores de seguimiento más adecuados.
La Sra. Aileen Clarke, Directora de Asuntos de Género del Ministerio de Habilitación Comunitaria, Deportes y Asuntos del Consumidor del gobierno de Trinidad y Tabago, destacó el largo proceso que había llevado los gobiernos de América Latina y del Caribe a tomar conciencia del impacto diferenciado de sus políticas en la vida de las mujeres y de los hombres, y se refirió a los mecanismos y estructuras que han sido desarrollados para enfrentar estas diferencias. Subrayó la necesidad de reconocer que la globalización, la liberalización del comercio, los programas de ajuste estructural y la deuda externa siguen teniendo un impacto negativo en la situación de las mujeres, particularmente las de los sectores economicamente menos desarrollados, lo cual contribuía a la desorganización de las familias, comunidades y naciones. Al desear a los participantes éxito en sus deliberaciones, insistió en la necesidad de establecer un marco regional de políticas que facilite el empoderamiento de las mujeres y de los hombres y asegure condiciones de desarrollo sostenible.