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Informalidad y requisitos de acceso determinan baja cobertura del seguro de desempleo en Uruguay, según CEPAL

1 de septiembre de 2016|Noticias

Un estudio del organismo internacional describe las características de ese programa, la evolución de su cobertura, su utilización por parte de las empresas y el perfil de sus beneficiarios.

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Trabajadores uruguayos protestan.
El documento es fruto de un convenio de cooperación técnica entre la CEPAL y el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay.
Foto: Iván Franco/EFE

El programa de seguro de desempleo en Uruguay tiene una baja cobertura entre la totalidad de los trabajadores asalariados desocupados (de 5,9% en 2014) debido al alto porcentaje de estos que se desempeñan en la informalidad, sin derecho a esta prestación, y a que muchos trabajadores formales no cumplen los requisitos para acceder a él, según concluye un nuevo estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El documento Análisis del seguro de desempleo en Uruguay, fruto de un convenio de cooperación técnica entre la CEPAL y el Ministerio de Economía y Finanzas de ese país, describe las características de ese programa, la evolución de su cobertura, su utilización por parte de las empresas y el perfil de sus beneficiarios, y compara el caso uruguayo con esquemas vigentes en otros países.

El seguro de desempleo en Uruguay se activa bajo tres causales: despido, suspensión de actividades y reducción de un 25% o más en las horas o días trabajados. La administración de este seguro está a cargo del Banco de Previsión Social (BPS), mientras que el diseño del programa es responsabilidad del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Para acceder a este subsidio se debe haber trabajado al menos seis meses en el último año y estar involuntariamente desempleado. El beneficio se puede recibir por un período máximo de seis meses, aunque en el caso de las personas mayores de 50 años es de un año, y para utilizarlo de nuevo deben transcurrir doce meses desde el momento en que fue percibido por última vez.

Los asalariados privados son los únicos que tienen derecho al seguro de desempleo. Esto deja fuera a personas que se encuentran en otras categorías laborales, como son los asalariados públicos (que cuentan con garantías de estabilidad), los patrones y los trabajadores por cuenta propia con local y sin local (en este último caso, aquellos que realizan sus actividades sin contar con un lugar físico de trabajo o inversión en maquinarias y equipo).

El informe revela que la tasa de cobertura de los trabajadores que se clasifican como desempleados en la encuesta de hogares varió entre 2,4% y 6,2% durante el período 1991-2014. En ese último año, se situó en 5,9%.

Del resto de trabajadores desocupados que en 2014 no percibieron el seguro, un 15,1% buscaban trabajo por primera vez, un 27,6% estaban desempleados por más de un año y un 10% estaban desempleados entre seis meses y un año. Además, otro 41,5% de los trabajadores desocupados lo estaban desde hacía menos de seis meses y aún así no cobraron el seguro.

Esto se explica por dos motivos, según se indica en el documento. En primer lugar, 6,3% de los desocupados no eran asalariados privados, por lo que no tenían derecho al seguro. Y en segundo lugar, si bien un 35,2% eran asalariados privados, un 15,8% no aportaban a la seguridad social, por lo que tampoco podían acceder a esa prestación.

El estudio también revela que existe una fuerte heterogeneidad en el uso que las empresas hacen del seguro de desempleo, siendo más utilizado en la industria manufacturera, la construcción y el transporte y almacenamiento.

Sin embargo, dentro de cada rama conviven una alta proporción de empresas que nunca hicieron uso del programa con un grupo más pequeño que lo ha utilizado de forma intensiva. Las empresas que han hecho más uso del programa suelen ser más pequeñas, más viejas, tener estructuras salariales menos desiguales y una menor rotación en el empleo.